Revista Nosotros los Muchachos - Espigas de Heroismo

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ESPIGAS DE HEROISMO


La Ciudad sufría la angustia de los comunicados contradictorios propalados por Radio del Estado y por las radios rebeldes.

Si por una parte se sabía muy bien que no había habido ninguna recepción con ramos de flores para las fuerzas de la represión (1), por otra se sospechaba que detrás de tanta mentira pudiera haber algo de verdad.
Así era en efecto. Córdoba, completamente rodeada iba a ser sometida a un ataque que los militares llamaban operación Falconier.

Hacían falta quince jóvenes valientes que arriesgaran sus vidas arrojando las bombas Molotov (2), para impedir el avance de los tanques.

Cuando el jefe reunió a los aspirantes (muchachos de 14, 15 y 16 años) y les comunicó el proyecto, todos, como un solo hombre, pidieron pertenecer al grupo de los que habían de morir, ciertamente, en tan arriesgada empresa.

El jefe aceptó emocionado el holocausto de aquella juventud, pero la Providencia se encargó de premiarlos, pues, gracias a la acción de la aviación y de sus fuerzas de Cuyo, la operación Falconier fue substituida por la más cómoda de volver a Buenos Aires.
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El 16 de Junio (de 1955) la base de Morón se plegó al movimiento aparentemente fracasado del
Almirante Olivieri. El joven aviador que tuvo el mérito y el valor de sublevar la base, escapó a Córdoba, donde estuvo escondido tres meses; primero en la Ciudad y después en San Francisco del Chañar. En compañía de un teniente de Aviación esperó impaciente la hora del retorno a la lucha por la liberación de la Patria.

Cuando tuvieron noticias del levantamiento del 16 de septiembre (de 1955) se dirigieron a pie, a Córdoba, para ponerse a disposición de los jefes revolucionarios. En Jesús María se encontraron con tropas leales (al régimen peronista) y hubieron de someterse a mil peripecias antes de llegar, agotados, después de cientos de kilómetros, a la Córdoba que los necesitaba.

Cuando se presentaron a la Casa de Gobierno para ofrecer sus servicios uno de ellos sufría la influencia de la fatiga y de la angustia con una alteración mental que le impidió actuar (3). El otro en cambio, prodigó su habilidad con sus camaradas y aseguró la victoria.

Rita González W.

FUENTE: Revista “Nosotros los Muchachos” – Número Extraordinario – Septiembre 1955 – páginas 32 y 33.
NOTAS:
(1) se refiere a las fuerzas del régimen peronista.
(2) Se trata de unos explosivos de fabricación artesanal que consiste en colocar algún combustible en botella de vidrio con un trapo en su boca a modo de mecha. Esta tela –empapada con el combustible- se enciende y la botella es arrojada. Al caer y romperse, el combustible enciende completamente quemando todo lo que su encendido liquido toco.
(3) Lo que hoy llamaríamos estress en grado superlativo.