John William Cooke

John William Cooke
Biografía
Político argentino, una de las figuras más destacadas como diputado de la dictadura peronista y de la denominada “izquierda peronista”.

John William Cooke nació en La Plata, Provincia de Buenos Aires, el 14 de noviembre de 1920 en el seno de una familia de tradición política; su padre, Juan Isaac Cooke fue diputado de la Unión Cívica Radical, y Canciller durante la dictadura de Edelmiro Farrell.

Cooke militó mientras estudiaba Derecho en la Universidad de la Plata en la Unión Universitaria Intransigente; se discute si durante esta época se aproximó a las ideas de FORJA (1) o su acercamiento a los miembros de ésta se daría más tarde. Se recibió de abogado en 1943.

Fue electo diputado a los 25 años por el Partido Peronista para el período 1946-1952. En el Congreso fue Presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, de la Comisión Redactora del Código Aeronáutico y también de la Comisión de Protección de los Derechos Intelectuales. Y uno de los mayores ejecutores de la censura a la prensa argentina y responsable directo de la entrega del Diario “La Prensa”.

En el ámbito universitario fue profesor titular de Economía Política en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, durante la tiranía peronista entre 1946 y 1955.

Fue uno de los primeros terroristas argentinos. Organizador de los grupos paramilitares terroristas de izquierda peronista que tuvieron en vilo a la sociedad argentina desde la década de los ’60 hasta su aniquilación total en 1980. Fue el diputado peronista John W. Cook quien planteó por primera vez en nuestro país la alternativa de la lucha armada. Para propiciar el retorno al poder de Juan Perón, Cook organizó una estructura terrorista clandestina que entre 1955 y hasta las elecciones de 1957 hizo estallar 7.000 artefactos explosivos.

Luego que Juan Domingo Perón huyera cobardemente en una cañonera paraguaya, tras su derrocamiento por la Revolución Libertadora, se dice –según el libro “Cartas de Perón a Cook” – que este designa a John William Cooke como su representante en la Argentina y principal líder de la autodenominada “resistencia peronista, mediante una carta que se le atribuye en la que Perón habría escrito:

Al Dr. John William Cooke
Buenos Aires

Por la presente autorizo al compañero doctor Don John William Cooke, actualmente preso por cumplir con su deber de peronista, para que asuma mi representación en todo acto o acción política. En este concepto su decisión será mi decisión y su palabra la mía.
En él reconozco al único jefe que tiene mi mandato para presidir a la totalidad de las fuerzas peronistas organizadas en el país y en el extranjero y sus decisiones tienen el mismo valor que las mías.
En caso de fallecimiento, delego en el doctor don John William Cooke el mando del movimiento.

En Caracas, a 2 días de noviembre de 1956.
Juan Perón.

En efecto, luego del derrocamiento del gobierno peronista y la huida del tirano Juan Domingo Perón, Cook fue juzgado por los tribunales ordinarios y condenado por traidor a la patria por haber sido uno de los que, violando la constitución nacional argentina, otorgaron la suma del poder público al poder ejecutivo.

Cooke consideraba que el peronismo debía transformarse en un movimiento revolucionario (léase violento de izquierda), con estrategias insurreccionales (terrorismo), para lograr la toma del poder (totalitarismo). Además criticaba lo que él denominaba la burocracia sindical, que había crecido mucho a partir de 1946, a consecuencia del propio Perón y su sistema totalitario de corte netamente fascista hasta su derrocamiento en 1955, y propuso separarlo del peronismo.

A partir de su viaje a la Cuba del régimen totalitario de Fidel Castro y el asesino argentino
Ernesto “Che” Guevara en los años ‘60, sostuvo la necesidad de “profundizar el foquismo”, estrategia político-militar que proponía provocar una lucha armada de corte terrorista contra la sociedad toda, y el siempre imaginado “imperialismo”, acción a la cual el pueblo se “iría uniendo poco a poco a partir del ejemplo de unos pocos”. De esta manera se conduciría a la nación a una revolución social. Todos sabemos lo que tales pensamientos asesinos trajeron como consecuencia a la Argentina y a América toda.

Algunas de sus frases ingenuas y criminales son:

"Caerán las estructuras de la depredación imperialista y las estructuras del despojo de este capitalismo que está llegando al término de su ignominioso reinado. Para eso, todo esfuerzo es digno de mención, ningún acto de consecuencia y lealtad debe ser ignorado o desestimado. Y pronto llegará el momento de las batallas definitivas, y el triunfo final, antes o después, ha de redimir todos las frustraciones de esta época de infamia".

"El único nacionalismo auténtico es el que busque liberarnos de la servidumbre real: ése es el nacionalismo de la clase obrera y demás sectores populares, y por eso la liberación de la Patria y la revolución social son una misma cosa, de la misma manera que semicolonia y oligarquía son también lo mismo".

"...La teoría política no es una ciencia enigmática cuya jerarquía cabalística manejan unos
pocos iniciados, sino un instrumento de las masas para desatar la tremenda potencia contenida en ellas. No les llega como un conjunto de mandamientos dictados desde las alturas, sino por un proceso de su propia conciencia hacia la comprensión del mundo que han de transformar".

"La unidad es indispensable y será un paso previo al triunfo popular. Lo principal es para qué hacemos la unidad, cuáles son los objetivos cercanos (como por ejemplo las elecciones) y cuáles los grandes objetivos. Unidad para simple usufructo politiquero, no. Sí, en cambio, para dar las grandes batallas por la soberanía nacional y la revolución social. En la lucha contra el
régimen llegaremos más pronto a la unidad, forjada en la acción: dentro del régimen nos esperan sólo frustraciones y derrotas, y pequeños triunfos que serán desastres".

Uno de sus escritos más conocidos es “Apuntes de la militancia” (1964), en donde analiza –según su particular visión- el peronismo en la época, sus principales adversarios, las relaciones de poder entre las clases sociales argentinas y configura “las estrategias básicas” para la subversión peronista revolucionaria. Una calle de Buenos Aires tiene la deshora de llevar su nombre.

Murió de cáncer el 19 de septiembre de 1968 en el Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires.
NOTAS:
(1) La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina, más conocida por sus siglas: FORJA, fue una agrupación política argentina, fundada el 29 de junio de 1935, que actuó dentro de la esfera de influencia de la Unión Cívica Radical, disuelta en 1945 por la tiranía peronista. En la actualidad existen la Agrupación Forja de Rosario y Forja a nivel nacional, ambas inspiradas en la antigua agrupación pero sin vinculación real.