EDITORIAL 16 de Septiembre Día de la Libertad

16 de Septiembre de 2011

El 16 de septiembre de 1955 tuvo lugar en Argentina una gesta - tal vez la única - que permitió recuperar la libertad. La libertad de expresión, de culto, de opinión, de publicar las propias ideas por la prensa, de pensar libremente....


...en esa fecha, un valiente esfuerzo que aunó a civiles y militares terminó con el oprobioso régimen totalitario de Perón. Hoy se cumplen 56 años del día en que empezamos a recuperar la libertad perdida. Aún falta afianzarla, es cierto. Porque debemos recordar que la libertad alacanzada debe conquistarse diariamente, hasta eliminar de la faz de la República Argentina todo gesto de autoritarismo partidario.



La Revolución Libertadora, ocurrida en 1955, tuvo como propósitos fundamentales: derrocar al tirano Juan Domingo Perón, restablecer la Constitución fundadora de 1853/60 que había sido prácticamente destruida con la ilegítima reforma de 1949, reparar las injusticias mayores cometidas por el régimen despótico y restablecer el auténtico sistema republicano, llamando a verdaderas elecciones libres en el más breve tiempo posible con la concurrencia de todos los partidos políticos y la obvia proscripción del totalitario “movimiento” peronista.


Este fue el único plan de esta Revolución cívico-militar, que no se hizo para tomar el poder y gobernar a la Argentina, sino para liberarla y restablecer los principios que forjaron e hicieron grande a nuestra Nación.

A pesar de haberse cumplido con los propósitos fundamentales que se había fijado la Revolución y la palabra empeñada, entregado el gobierno en el plazo prometido, continuó la decadencia nacional iniciada durante el gobierno de Perón con sus métodos de corrupción, despotismo, populismo, dirigismo y demagogia, por las causas que más adelante se analizarán.

Esta decadencia con algunos altibajos continuó hasta el momento actual en que nos encontramos al borde del abismo, divididos y confundidos sin poder acertar con la solución de nuestros problemas, principalmente por haber abandonado los principios fundamentales de la Constitución histórica de 1853/60.

Los hechos históricos pasan, sino no serían historia, pero algunos deben ser recordados y analizados como una convocatoria del espíritu a las propias fuentes, procurando corregir la actual perversa tergiversación histórica, determinando los errores y horrores cometidos, procurando la mejor solución posible para salir de la crisis que nos abruma.


En la actualidad es corriente escuchar que el país debe ser refundado, lo cual a nuestro juicio es una aberración, pues lo que debemos hacer es volver a las fuentes que hicieron que la Argentina fuera el asombro del mundo por su rápido progreso.

Para finalizar, recordemos que la libertad reconquistada, debemos defenderla a diario. Participando en la cosa pública, defendiendo los valores republicanos, la constitución, conociendo la historia, sin agravios, sin ofensas, controlando que hacen nuestros representantes en los tres poderes.

¡Feliz día de la Libertad!

Marcha de la Libertad