Los Muchachos fueron los primeros y arriesgados revolucionarios
UN JOVEN que se atreve a hablar cuando todavía es peligroso hacerlo
17 – VII – 1955
El día 17 de Agosto, durante el acto de homenaje al General San Martín en la Plaza de su nombre (en Córdoba) el joven Lucio V. Garzón, presidente del Centro Heroica Estudiantil, después de solicitar y obtener permiso verbal de las autoridades presentes, leyó el discurso que transcribimos a continuación. Momentos antes de finalizar la lectura, intervino violentamente un agente de policía, arrebatándole el texto y deteniendo al joven Garzón, quien fue posteriormente condenado a quince días de arresto.
Impedido el joven de continuar su alocución, el profesor Alberto J. Díaz Bagú, Director General del Centro, hizo entrega, con todo respeto, de una copia del texto, al General Morello, comandante de la 4º División de Ejército, presente en el acto, quien se la recibió y guardó (¡Y nada más!).
De inmediato, el mencionado profesor, solidarizándose con Garzón, se apersonó en la Jefatura de Policía, siendo también arrestado.
Para conocimiento y ejemplo de los muchachos de la patria, divulgamos el texto del discurso, que esencialmente pedía la libertad de otros estudiantes detenidos desde hacía varios días, y la protección del Ejército.
HELO AQUÍ:
En nombre de los estudiantes de Córdoba, te hablo con el lenguaje claro y limpio de la juventud que lucha por una vida noble y libre; a ti, que con tu ejemplo inmortal luchaste por la libertad y la justicia de la Patria a costa de mil sacrificios y la hiciste grande y heroica, sabemos que te conmoverá, aun en el bronce, y en este nuevo aniversario, la presencia de nuestro humilde y espontáneo homenaje, porque venimos a traerte, no la ofrenda de una flor cortada, sino la flor de nuestra vida que, si la quieren cortar, tendrá el perfume perenne del testimonio sin tacha de nuestras conciencias leales hasta la muerte.
Tú, que seguramente dolorido y asombrado has visto en estos días la vergüenza de los castigos que nos imponen por proclamar nuestra fe, que muchos de los nuestros están detenidos por varios días, y que, a otros, acobardados y heridos, se los quiere doblegar en toda forma, entre los cuales ni el adolescente ni la niña han sido dignos de respeto, afrentados por manos cobardes e impunes, ilumina los espíritus serviles; tú, que preferiste el destierro voluntario antes de luchar con hermanos.
Frente a ti, frente a las autoridades que deben ser garantía de derechos ciudadanos, frente a las fuerzas armadas que hoy te honran, reclamamos protección.
Inertes y pacíficos, queremos vivir dignamente nuestras convicciones, queremos la regularidad de nuestros estudios para ofrecer a la Patria, el día de mañana, la suma del saber.
Queremos, en fin, que no se nos trate como ni siquiera se trata a los delincuentes, para que la paz nazca en la justicia que es el respeto del derecho mutuo.
Señor General, Señores Oficiales: Esta protección os pedimos desde ahora para retirarnos con las garantías y seguridades que representáis, al propio tiempo que solicitamos formalmente vuestra intervención a favor de aquellos que se hallan detenidos por la Policía de la provincia”.
Nada más.
N.B.; Este discurso fue repetido por el joven Garzón en el acto patriótico realizado en el mismo lugar, el día 30-X-1955.
FUENTE: Revista “Nosotros los Muchachos” – Número Extraordinario – Septiembre 1955 – páginas 10 y 11
FUENTE: Revista “Nosotros los Muchachos” – Número Extraordinario – Septiembre 1955 – páginas 10 y 11