Cipriano Reyes

Cipriano Reyes fue otro símbolo del 17 de octubre de 1945


Jueves 2 de agosto de 2001 Diario "LA NACION"


Falleció a los 94 años Su historia quedó ligada con la jornada de gloria de Perón. Anarquista de joven, lideró la columna que aquel día avanzó desde La Plata en apoyo al detenido en Martín García. Organizó el Partido Laborista y fue elegido diputado nacional

Cipriano Reyes, fallecido ayer pocos días antes de cumplir 95 años, fue un hombre típico en la Argentina del siglo XX: combativo, contradictorio y consecuente con sus ideas.
Nació en Mercedes, provincia de Buenos Aires, el 7 de agosto de 1906, en un hogar de saltimbanquis. Fue chico de circo, vagabundo, obrero y dirigente gremial, político, funcionario, preso sin tiempo, escritor y orador.

Pero el estado de gracia en su prolongada existencia tiene fecha concreta: 17 de octubre de 1945.

A los 17 años tuvo su primer encaje político, un lugar en el que podía cobijarse su rebeldía: el anarquismo.

Fue cuando los hermanos Reyes -Cipriano, Martín y Baldomero-, todos trabajadores en la vidriería La Asunción, en Caseros 3131, en la Capital Federal, conocieron el mundo aún embrionario de la organización sindical.

Cipriano, lector infatigable también, comprobó en el Sindicato del Vidrio que tenía dotes de orador.
Finalmente, encontró su lugar al sol en el gremio de los obreros de la carne, una unión numerosa.

Tal vez por su contacto con firmas británicas, como obrero en el frigorífico Armour, tal vez por influencia de Harold Lasky y por conocer a fondo la actividad de las trade union , Reyes adhirió al pensamiento laborista.

El 17 de octubre de 1945, con Juan Perón preso en Martín García, Reyes comandó la numerosa columna obrera que partió de La Plata, a las 9, y que fue recogiendo adeptos en su ruta hacia la Capital Federal. Libro para la polémica.

Años más tarde, en su libro "Yo hice el 17 de octubre" (no fue el único que escribió), Reyes restó protagonismo en esas jornadas a Eva Duarte.

En los meses previos a las elecciones del 24 de febrero de 1946 fracasaron las negociaciones que Perón había entablado con la Unión Cívica Radical. Fue el momento del acuerdo entre el nuevo líder y Cipriano Reyes, organizador del Partido Laborista: el grupo se constituyó con la presidencia de Luis F. Gay y la vicepresidencia de Reyes.

La formación llevaba la candidatura de Perón y las maniobras sólo comenzaban: llegaron los hombres de la junta renovadora del partido radical, odiados por Reyes, con Hortensio Quijano. Reyes, finalmente, fue elegido diputado nacional.

El día en que Perón ordenó la "autodisolución" de las agrupaciones que lo habían apoyado, Cipriano Reyes comenzó una pelea cada vez más solitaria. El 4 de junio de 1948 terminó su mandato; el 23 de septiembre fue apresado por una supuesta conspiración.

Pocos días después del 16 de septiembre de 1955 Reyes fue alcanzado por la "amplia amnistía" dictada por Eduardo Lonardi. Luego, la pasión política siguió intacta, pero Reyes era ya un gato escaldado y no se dejaba seducir por cantos de sirenas.

Las letras fueron, a la postre, su última guarida.
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La “lealtad peronista” Después del 17 de Octubre de 1945

(De “La Historia de la Argentina” TOMO El sistema Peronista (1949-1955) LIBRO 1 “El Aparato de la Coacción” página 43 a 45 Director de la Obra Félix Luna)

Fundador del Partido Laborista y diputado nacional en 1946, Cipriano Reyes –de cuyos recuerdos se transcriben estas líneas- fue detenido en 1948 y permaneció preso hasta la caída de Perón, en 1955:

“Desde 1930 hasta 1943 pasaron años de fraude y de violencia, las organizaciones obreras fueron destruidas. Sus dirigentes, perseguidos o encarcelados, se reunían en la clandestinidad. Llega la revolución del 4 de junio, encabezada por los generales Rawson y Ramírez, y con ella comienzan nuevamente las razzias a dirigentes obreros que son secuestrados, maltratados y torturados en Orden Político, Sección Especial o Villa Devoto, según el caso. La guerra de 1939 había favorecido enormemente la situación financiera y económica; el país marchaba con su producción en pleno, los mercados extranjeros se nutrían con nuestros frutos agropecuarios, se trabajaba hasta catorce o dieciséis horas por día. A los siete meses de su gobierno, el general Ramírez fue depuesto por el GOU (1) y reemplazado por el general Farrell; Perón asume como vicepresidente y secretario de Guerra. Seguidamente crea, en reemplazo del viejo Departamento Nacional de Trabajo, la Secretaría de Trabajo y Previsión Social y la CGT (2) con elementos adictos a los propósitos del gobierno. En principio aceptamos concurrir a dicha secretaría, confiando en el trato amigable y directo con las autoridades y los patrones, cosa que siempre nos había sido negada".

“Para enfrentar a este gobierno de facto se creó la Unión Democrática, una gran fuerza política en la que intervenían todos los partidos políticos opositores (3), encabezados por el embajador de los Estados Unidos, Spruille Braden. (4) La acción de esta movimiento obligó a Perón a renunciar, el 9 de octubre de 1945. El gremio de la carne movilizó a sus trabajadores y con otros sindicatos autónomos del Gran Buenos Aires y del País nos lanzamos a rescatar a Perón de Martín García (5), el 17 de octubre de 1945, realizando la concentración más grande de la historia hasta esa fecha".

“Una vez en libertad, Perón queda totalmente en el vacío, pero los hombres el 17 de octubre formamos el Partido Laborista y lo llevamos como candidato a presidente de la República. Triunfó el laborismo. Una vez en el gobierno, Perón nos declara fuera de la ley, cierra con la policía nuestros locales, persigue a nuestros dirigentes y forma su propio partido desde su despacho de la Casa de Gobierno. Inmediatamente ordena que todos los sindicatos obreros se afilien a la CGT oficialista. Los dirigentes gremiales, que eran simples agentes políticos dentro de los sindicatos, fueron elegidos en el montón. Los sindicatos que se negaban a acatar órdenes eran perseguidos y asaltados. Lo mismo se hizo con las radios del País, los diarios, las revistas e imprentas que no se pusieron al servicio del oficialismo, mientras se concedía carta blanca a los acólitos del régimen. Muchos dirigentes políticos y gremiales fueron a parar a las cárceles acusados de “contreras”, “tránfugas”, “vendepatrias” o simplemente por antiperonistas. Durante sus diez años de gobierno, el país fue degradado por la servidumbre; cuando terminó, por acción de la Revolución Libertadora, la Nación se encontraba al borde del desastre. La decadencia quedó demostrada por el hecho de que ningún sindicato, ni la CGT, ni los que decían que daban la vida por Perón, levantaron un solo dedo para defenderlo”.

NOTAS:

(1) G.O.U.: Grupo de Oficiales Unidos.
(2) C.G.T.: Confederación General del Trabajo.
(3) En realidad no todos.
(4) Esto en realidad es carga ideológica de Cipriano Reyes. Jamás un embajador de un país extranjero podría “encabezar” un partido o alianza política argentina. Además esa fue una de las consignas o slogans de la campaña que le organizó a través del Partido Laborista que él fundó en la campaña del tirano Juan Perón.
(5) Se refiere a la Isla Martin García que está en el Rio de La Plata.
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