HOMENAJE A JOSE MANUEL ESTRADA
Sr. Nudelman. – En nombre del sector que represento vengo a solicitar que nos pongamos de pie en homenaje a la figura esclarecida de Juan Manuel Estrada, de cuyo fallecimiento se cumple un nuevo aniversario.
Para Estrada la ciencia política estaba contenida en la idea de libertad. Maestro ilustre, escritor y patriota, nadie como él defendió con mayor pasión las ideas que afirmó hasta el sacrificio, con su conducta y su elocuencia, para ejemplo permanente de la juventud argentina.
“Me regocijo en al gran pueblo, cuna y pasión de mi vida –afirmó Estrada-, cuando percibo sus predilecciones y sus instintos virtuosos, porque veo en ellos el resplandor que envuelve y da fuerza a la diosa de mis ensueños, la libertad, que es también la diosa del mundo venidero”.
Expulsado de la docencia, que honró con su notable talento, Estrada dijo un día que volvería a la enseñanza, haciendo con las astillas de las cátedras destruidas tribunas para proclamar la libertad y defender la justicia.
En este momento en que un pretendido revisionismo quiere reivindicar a Rosas, nada mejor que el juicio del gran maestro en ocasión de su homanaje (1). “Rosas por su sistema de gobierno, está fuera de la política; como por su depravación moral está fuera de la humanidad.
Sr. Gago. – El señor diputado está fuera de la cuestión. (2)
Sr. Nudelman. – Tras una vejez atormentada por el remordimiento, si alguna noción de lo bueno y de lo malo sobrevivía en su conciencia, se ha hundido en la eternidad…
-Varios señores diputados hablan simultáneamente.
Sr. Presidente (Cámpora). – La Presidencia ruega a los señores diputados que no dialoguen. Continúa en el uso de la palabra el señor diputado por la Capital.
Sr. Nudelman. – Se implora su perdón y se evoca el olvido sobre sus crímenes; y un grito unánime de execración ha resonado en la asamblea del pueblo, y una plegaria se ha alzado al cielo en honra y en amor de los mártires que inmoló.
Sr. Nudelman. – En nombre del sector que represento vengo a solicitar que nos pongamos de pie en homenaje a la figura esclarecida de Juan Manuel Estrada, de cuyo fallecimiento se cumple un nuevo aniversario.
Para Estrada la ciencia política estaba contenida en la idea de libertad. Maestro ilustre, escritor y patriota, nadie como él defendió con mayor pasión las ideas que afirmó hasta el sacrificio, con su conducta y su elocuencia, para ejemplo permanente de la juventud argentina.
“Me regocijo en al gran pueblo, cuna y pasión de mi vida –afirmó Estrada-, cuando percibo sus predilecciones y sus instintos virtuosos, porque veo en ellos el resplandor que envuelve y da fuerza a la diosa de mis ensueños, la libertad, que es también la diosa del mundo venidero”.
Expulsado de la docencia, que honró con su notable talento, Estrada dijo un día que volvería a la enseñanza, haciendo con las astillas de las cátedras destruidas tribunas para proclamar la libertad y defender la justicia.
En este momento en que un pretendido revisionismo quiere reivindicar a Rosas, nada mejor que el juicio del gran maestro en ocasión de su homanaje (1). “Rosas por su sistema de gobierno, está fuera de la política; como por su depravación moral está fuera de la humanidad.
Sr. Gago. – El señor diputado está fuera de la cuestión. (2)
Sr. Nudelman. – Tras una vejez atormentada por el remordimiento, si alguna noción de lo bueno y de lo malo sobrevivía en su conciencia, se ha hundido en la eternidad…
-Varios señores diputados hablan simultáneamente.
Sr. Presidente (Cámpora). – La Presidencia ruega a los señores diputados que no dialoguen. Continúa en el uso de la palabra el señor diputado por la Capital.
Sr. Nudelman. – Se implora su perdón y se evoca el olvido sobre sus crímenes; y un grito unánime de execración ha resonado en la asamblea del pueblo, y una plegaria se ha alzado al cielo en honra y en amor de los mártires que inmoló.
Sr. Gago. – El señor diputado está haciendo política con los hombres de la historia. Debe tener por ellos más respeto.
Sr. Nudelman. – La caridad cristiana perdona al que se purifica en el arrepentimiento y el dolor; pero la conciencia cívica no perdona a los tiranos, ni la muerte les substrae del anatema transmitido de una edad en otra edad. Rosas, que perseguía el cadáver de Lavalle para deleitarse, como un chacal, gruñendo sobre sus carnes descompuestas; Rosas, que daba a la muerte el feto palpitante en las entrañas de una mujer… no, no será perdonado… “Alcáncele la misericordia de Dios; pero las generaciones argentinas maldecirán perdurablemente sus obras y su tumba…”
Sr. Presidente (Cámpora). – La Presidencia ruega al señor diputado por la Capital que al rendir un homenaje no lo haga en tono polémico, porque incita a la réplica, lo que no es aceptable con motivo de un homenaje.
Sr. Nudelman. – He repetido textualmente las palabras de Estrada, que honran al esclarecido maestro de la juventud argentina.
Sr. Gago. – Estrada no era capaz de valerse de una banca parlamentaria para hablar mal de sus enemigos políticos.
Sr. Nudelman. – Tuvo razón. Bendito sea este pueblo que sabe glorificar a San Martín y execrar la memoria de los tiranos. (¡Muy bien! ¡Muy bien! Aplausos)
Fuente: “Justicia Social”, Santiago I. Nudelman – Buenos Aires 1953 página 135 a 137.
NOTAS:
(1) Discurso pronunciado por José Manuel Estrada el Rector del Colegio Nacional de Buenos Aires ante sus Alumnos el 24 de Abril de 1877, con motivo de los funerales celebrados en Buenos Aires, por las víctimas de la tiranía de Juan Manuel de Rosas.
(2) En varias ocasionas la mayoría peronista utilizara esta herramienta para silenciar a los solo siete legisladores opositores que tiene la oposición durante los años del mandato de Nudelman. Con sentido antidemocrático y totalitario, la reforma al sistema electoral impulsada por el tirano Perón hizo que injustamente en relación a los votos obtenidos, la oposición solo contara con escasas bancas. Esta abrumadora mayoría y la ideología totalitaria del peronismo hacían que cuando querían callar a un opositor decidieran por “votación” cerrar el debate, o “que estaba fuera de la cuestión”. Lo más importante para el régimen peronista era que se ocultara siempre y a todo precio los abusos de poder y para eso, cualquier método era válido.
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