Revista Nosotros los Muchachos - Juventud en marcha

JUVENTUD EN MARCHA

En busca de apuntes para la crónica revolucionaria, de esta revolución (1) que es un poco nuestra, de la juventud, se nos ocurre entrevistar a las chicas y muchachos de FELC, la nueva asociación estudiantil nacida al calor de la lucha. Un dato oportuno nos permite encontrarlos reunidos. Entre ellos hay rostros conocidos y el recuero aflora espontáneamente…

¿Aquellas dos chicas? Si… me parece verlas cuando llevaban a la espalda prendidas con alfileres, sendos letreros con la inscripción
Cristo Vence. ¿Una humorada de sus compañeras? Así lo cree la gente que compadece a las víctimas y sonríe el ingenio de los victimarios. En realidad se trata de dos simpáticos letreritos ambulantes que disimulan con gesto entre sorprendido y avergonzado su hábil maniobra de propaganda. (2)

Más allá, a la derecha, otro rostro familiar: Tiene la mirada “sonriente e ingenua” que hacía cuando depositó intencionada, la humilde flor al pie de la estatua de San Martín; y la misma sonrisa “candorosa” que había en sus labios cuando aquel policía la condujo, a rendir cuentas al Cabildo por jugar al homenaje.
Allí está todavía con el aspecto saludable y el humor de siempre, -le vimos conversando en “encausados”,- el Presidente de HEROICA (3) y socio de FELC, el orador improvisado que aquel mismo día –aniversario de la muerte del Gran Capitán (4)- invoca al libertador para que intercediera entre el Comandante de la División y el Gobernador de la Provincia –allí presentes- por la libertad de estudiantes detenidos el día anterior…

Allí están los del día anterior y de todos los días, las caras nos fueron familiares a través de horas santas, huelgas y manifestaciones, desde un año atrás en el colorido luminoso y alegre desfile de Carrosas, las caras limpias que vimos sucias de tinta de mimeógrafo; las caras serenas que vimos congestionadas en la lucha callejera; las caras tranquilas ya de los asustados y fugaces distribuidores de panfletos; las mismas caras vivaces de los embajadores y emborronadores de paredes que recurrieron a mil ardides para eludir la vigilancia policíaca: la cara de la valiente juventud que supo resistir la intimidación y el soborno del régimen.

Les preocupa la unidad estudiantil y luchan con denuedo por reunir en torno al espíritu que los anima a un fuerte núcleo de jóvenes que siente la inquietud de seguir luchando por la dignidad y el compañerismo estudiantil, por una enseñanza libre y sin imposiciones. Allí están, empeñados en pos de una educación más ágil, cálida y profunda impartida por verdaderos maestros; una educación vital que venza la inercia provocada por lo insulso, lo dispersivo y lo barato; una educación que tienda a solucionar los problemas técnicos y espirituales del estudiante atendiendo a la dimensión trascendente de su espíritu; una educación, en fin, que satisfaga sus nobles aspiraciones de comunidad estudiantil, de respeto mutuo y de auténtica superación personal…

Absorbidos en apasionada controversia por sus problemas, dejamos a esa juventud ardorosa que se ha desentendido ya de nosotros y de nuestra curiosidad. Deseándole el mejor de los éxitos nos alejamos de ellos para volver nuestra atención hacia otros centros.


O.P.


FUENTE: Revista “Nosotros los Muchachos” – Número Extraordinario – Septiembre 1955 – página 78.

NOTAS:
(1) Se refiere a la Revolución Libertadora que derrocó al régimen peronista del tirano Juan Domingo Perón.
(2) Se trata de la famosa broma en la que un alumno pega (hoy con una cinta adhesiva) un cartel con alguna frase en la espalda de otro compañero de colegio. En el cartel suele decir alguna cosa injuriosa o pedir algún tipo de acción a quien lo lee (por ejemplo “pegue aquí”) para lograr la “broma” (que le den golpes en la espalda a quien porta el cartel)
Esta famosa broma, fue usada para oponerse al régimen peronista (recuérdese que no solo tenían todos los medios de comunicación a su servicio sino que reprimían cualquier tipo de prensa libre) así, al ser descubierto al cartelito por alguna autoridad que respondiera al régimen peronista (por convicción o porque no le quedaba otra opción) el alumno se justificaba diciendo “Yo no lo hice” “Me han hecho una broma” y quedar impune de la sanción. Es claro que una le colocaba el cartelito a la otra.
Como dijo Carlos Gardel en la película “Tango Bar”: “Viviendo entre ladrones; uno aprende a ser vaquero”.
(3) HEROICA fue una revista de la década de 1950.
(4) Se refiere a Don José de San Martín. Libertador de Argentina; Chile, Perú y Ecuador.

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