Comisión 15 Roman A Subiza - Capítulo B

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Capítulo B
Inconducta moral del investigado

Cabe señalar la inconducta moral del investigado. Constituye su hogar regular y de su matrimonio con María Luisa Riobón, nacen cuatro hijos legítimos (1). Por declaraciones recibidas, se forma el concepto de que su vida familiar resulta normal hasta el momento en que comienza a actuar en la función pública, y a medida que el tiempo transcurre en inconducta se hace más manifiesta.

Se separa de su esposa legítima y mantiene relaciones íntimas con Edith Peralta, con la que tiene dos hijos.

Posteriormente entabla relaciones con Alcibiades Erminda Echeverría Huerta, viviendo en concubinato con la misma hasta que contrae matrimonio en Méjico (2). Con ella tuvo dos hijos. Además posee varios departamentos en la Capital Federal para sus citas amorosas, y desarrolla su vida licenciosa manteniendo amoríos con Elsa Arguindegui, Celia Rodrígez de Fotheringham y otras.

Para demostrar y poner de manifiesto la caída vertical de la moral del investigado, basta la simple lectura del documento encontrado en su poder y que esta Comisión transcribe a título ilustrativo y que dice así:

“Conste por la presente que en la intervención quirúrgica reconstrucción del himen, el doctor Román Subiza se encontraba accidentalmente en la misma casa y no tiene absolutamente nada que ver…”

Su catadura moral llega a los límites de lo más bajo, y no sólo perturba su psiquis, sino que inculca a sus dos hijos mayores hábidos de su primer matrimonio, quienes recién están en los primeros albores de la juventud, induciéndoles a una vida licenciosa, y arrastrándolos por los caminos del vicio y de las mujeres.

Es de hacer notar en este comentario la actitud asumida por Subiza para sacar a sus dos hijos varones del seno y del cuidado de la madre. Estos se encontraban en Chubut en la casa de un tío materno y Subiza, con la colaboración de Juan Lignani, ejecutó con fuerza de la gendarmería nacional y aérea una verdadera invasión a ese territorio para rescatar a sus hijos, cosa que obtuvo valido de su poder y autoridad. Nada hubiera sido si el rescate hubiera tenido por finalidad la educación de los mismos o la conducción por la senda del decoro y la honorabilidad; por el contrario, lo fue en perjuicio de sus propios hijos, que, ante la indiferencia y el ejemplo paterno, se desviaron del camino de rectitud a que obliga la sociedad.


Notas:
(1) De acuerdo a la clasificación del Código Civil Argentino vigente en esos años y hasta la reforma de 1968. Se trata de los hijos nacidos dentro del matrimonio. Los nacidos fuera de este se denominaban “naturales”. (nota del transcriptor)
(2) En fragante violación al Código Civil Argentino.

Fuente: Documentación Autores y Cómplices de las Irregularidades Cometidas durante la Segunda Tiranía – Comisión Nacional de Investigaciones Vicepresidencia de la Nación - Tomo 1 – año 1958 – página 909).